Signos sutiles de enfermedad en gatos
¿Crees que a tu gato le pasa algo? Pistas que no debes ignorar
Los gatos son expertos en ocultar el dolor y el malestar. Esta característica, profundamente
arraigada en su naturaleza, hace que muchas veces los problemas de salud pasen
desapercibidos hasta fases avanzadas. Detectar esos pequeños cambios a tiempo puede marcar
la diferencia en el diagnóstico precoz y en la calidad de vida del paciente felino.
Como centro especializado en medicina felina, compartimos aquí algunas claves clínicas que
pueden ayudarte a detectar si algo no va bien en tu gato.
🔎Cambios en el comportamiento
• Se muestra más irritable o evita el contacto.
• Está más apático o duerme más de lo habitual.
• Se esconde con más frecuencia.
• Ha dejado de subirse a lugares altos donde antes accedía sin problema.
Cualquier alteración en su rutina habitual merece atención, aunque no parezca grave.
🍴Cambios en el apetito y la hidratación
• Come menos o selecciona el alimento.
• Deja comida en el cuenco, cuando antes no lo hacía.
• Aumenta o disminuye la cantidad de agua que bebe.
• Muestra aversión repentina al comedero.
También es importante observar si come con más ansiedad o si muestra preferencia por el
alimento húmedo repentinamente.
🐾Hábitos de higiene y uso del arenero
• Ha dejado de acicalarse con regularidad.
• Presenta el pelaje sucio, graso o con nudos.
• Orina o defeca fuera del arenero, a veces justo al lado.
• Duda antes de entrar o salir del arenero, como si calculara la forma de hacerlo.
• Ha cambiado la frecuencia, consistencia o aspecto de las heces.
Estos cambios pueden estar relacionados con dolor, estrés, enfermedades metabólicas o con
dificultades de movilidad que afectan a la accesibilidad del arenero.
🐈Postura, movilidad y expresión facial
• Evita saltar a zonas altas donde antes accedía con facilidad.
• Busca superficies intermedias para subir o bajar, como sillas, taburetes o camas.
• Calcula los movimientos o duda antes de bajar de muebles o estanterías.
• Muestra rigidez, marcha más lenta o postura encorvada.
• Las uñas aparecen más engrosadas o largas, un signo habitual cuando disminuye el uso del
rascador por molestias articulares.
• Expresión facial más tensa o con los ojos semicerrados.
En gatos mayores, estos cambios pueden confundirse con “envejecimiento normal”, cuando en
realidad pueden estar asociados a dolor crónico tratable.
⏱️¿Cuándo consultar?
Ante cualquier cambio persistente, incluso si es leve, lo más adecuado es consultar con tu
veterinario. En medicina felina, la prevención y la detección precoz son fundamentales.
En muchos casos, una simple consulta nos permite anticiparnos a problemas mayores y actuar
antes de que el malestar se vuelva evidente.
Beatriz Terán
PGCert Medicina Felina
Centro Veterinario Ciudad Naranco